Interpol - Our Love to Admire


Our love to admire
INTERPOL
(Capitol, 2007)

B+

Desconozco con exactitud de que manera el término acuñado a un ritmo, llamado “emo”, ha llegado a tan altos niveles de fanatismo alrededor del mundo. Lo desconozco principalmente por lo que conlleva, por lo que propone o por lo que consiente. Pero en alguna parte, coincido en que la gente joven se sume tanto con él, por sus elementos visiblemente ligados a la edad. Esa depresión surgida de quién sabe donde, con el necesario carácter rebelde (o que se quiere ser) es suficiente para lograr un nivel importante de identificación. En la vida (como en la música, en el cine, en el arte, en todo) al llegar a cierta madurez, la depresión sigue ahí, pero canalizada en modalidades a veces positivas, a veces redentoras. Deja de ser depresión, para pasar, en ocasiones, a melancolía.

Sin duda, INTERPOL se nota diferente, se nota con mayor confianza (lo asustados que estaban en el concierto del WTC en la ciudad de México parece que ya lo dominan) y, como han mencionado muchos, maduraron, musicalmente hablando. La sobriedad, la tristeza, la falta de ubicación en cierta forma han ido disminuyendo, para dar paso a la formalidad, a un mayor compromiso. El problema con toda madurez es el camino que se elige para llegar a ella (muchas veces no se elige, muchas otras nunca se llega). Después de su aclamado segundo álbum, Antics, que se negó a desaparece durante tres años, INTERPOL regresa con Our love to admire, tercera producción, ahora de la mano de una disquera grande como Capitol, dejando la muy productiva e independiente Matador Records. Abandonando a Matador, abandonaron también a muchos fans y al sonido que muchos intentaron asemejar con Joy Division. Esta tercera producción tiene mucho de The Cure (en su etapa más oscura) y hasta de Duran Duran.

El inicio de este Our love… indica un camino elegido por los integrantes. Iniciando con el arte del disco, con sus toques de avantgard. La inicial, Pioneer to the Falls es un excelente track, con muchas variantes: suena siniestra, con la voz de Paul Banks espectral, llegando a lo que podría bien ser el soundtrack de un western. No I in threesome es una pieza completísima, lírica y musicalmente hablando, permitiendo mayor soltura a Banks y a Daniel Kessler, guitarra principal. A la mitad del disco, se encuentran las mejores canciones, empezando por la rencorosa y maliciosa Mammoth, para seguir con Rest my Chemestry, sumida en la pena e irritabilidad de su propio título. El disco termina con un epílogo, con el track que más quiere distanciar al grupo de sus discos pasados, The Lighthouse, un excelente final que engloba lo que acabamos de escuchar a lo largo de 47 minutos.


Aun con esas grandes piezas, el disco, como unidad, sufre de muchos altibajos que de alguna forma aturden y confunden la intención inicial. A manera de defensa, para llegar a un nivel de madurez, se deben enfrentar los momentos alegres, con los tristes, con los absurdos, con los permanentes, escalando con dificultades, para llegar a un terreno más delineado.


El ambiente oscuro que predomino en sus pasados discos, aunque sigue ahí, permite que se vislumbre cierta esperanza, cierta luz y hasta un poco de redención. Lo destacado es que por cada momento alegre y hasta divertido, le sobreviene un ambiente aislado y armonioso, orientado a tomar los mejores elementos de sus discos, especialmente el primero Turn the lights out, convirtiéndolos en aprendizaje para el segundo, y orientarlos a un crecimiento paulatino para el tercero
INTERPOL, al igual que The Arcade Fire, genera muchas expectativas al saberse de sus nuevas producciones. Me parece que con sus altibajos, han logrado sobrevivir esas expectativas y encaminarse a algo mejor. Our love to admire no es lo mejor de ellos, pero es un buen comienzo para un camino diferente.

La mejor canción del disco: Mammoth.
Downlodeables: No I in threesome, Pioneer to the Falls, Rest my Chemistry, Lighthouse.